Maison Lesage: La legendaria casa de bordados de alta costura.
La Maison Lesage es una casa de renombre en la alta costura francesa, especializada en bordado y técnicas de artesanía en moda de lujo que ha perdurado en el tiempo.
Esta maison ha trabajado con algunas de las casas de moda más prestigiosas del mundo, como Chanel, Dior y Givenchy, ofreciendo su experiencia en bordado a mano para embellecer las colecciones de alta costura. Lesage goza de fama y prestigio por sus técnicas elaboradas y su habilidad para transformar tejidos en obras de arte con intrincados detalles y acabados lujosos. Su trabajo ha sido fundamental en el desarrollo de la alta costura y ha contribuido significativamente al estatus de la moda francesa en el mundo.
Sus inicios se remontan a 1924, cuando Albert y Marie Louise Lesage se convirtieron en propietarios de la Maison Michonet, fundada en 1858. Esta maison era el atelier de Albert Michonet, el bordador de Napoleón III. Usando técnicas innovadoras para la época, como el tambor para pedrería y bordado, junto con técnicas de teñido y el uso de mostacillas, cristales, semillas y fibras naturales, la maison supo adaptarse al Art Decó, estilo que imperaba en 1925. Bajo esta capacidad creativa, pudieron operar y sobrevivir a la crisis económica de 1929.
En 1935, Elsa Schiaparelli, queriendo hacer que sus diseños destacaran por su técnica, detalle y belleza, colaboró con Lesage. La razón no solo se debía a motivos estéticos, sino también a que quería ayudar de manera discreta a la casa, que estaba pasando por un momento complicado. Esta colaboración fue fructífera tanto para la diseñadora como para la maison, ya que les brindó reconocimiento y fama más allá del tiempo.
Albert Lesage tenía un estilo innovador, creativo y experimental que le permitió al taller colaborar con los bordados de Schiaparelli y los diseños fluidos de Vionnet, haciendo énfasis en la decoración táctil y tridimensional. Introdujo materiales industriales como el celofán, látex y plásticos. Durante la Segunda Guerra Mundial, con los racionamientos y la escasez de materiales, Lesage mostró su creatividad y versatilidad incorporando fibras vegetales como la paja, el lino, la rafia de las palmeras, el yute de los sacos de papas, cuerdas e incluso semillas.
En junio de 1940, los soldados alemanes ingresaron a París marchando hacia el Arco del Triunfo en la Avenida de los Campos Elíseos. Eran tiempos de incertidumbre y sobriedad. Debido a la invasión, los alemanes ordenaron el cierre de todas las casas de moda francesas; sin embargo, los Aliados desembarcaron en Normandía el 6 de junio de 1944 e ingresaron a París el 25 de agosto, salvando no solo a Francia, sino también a la alta costura. Aunque persistió el desabastecimiento y la escasez de materiales, se consideró necesario restaurar la producción de moda y artículos de vestir. Bajo esta premisa, la Cámara Sindical de la Alta Costura organizó una exposición itinerante que duraría dos años. En esta exposición se emplearon maniquíes de moda a escala miniatura, exhibiendo diseños representativos de la moda francesa. La maison Lesage pudo trabajar en muchas de estas creaciones.
Superada la guerra y apoyado por Schiaparelli, la maison pudo operar a gran escala, recibiendo ahora pedidos de otras casas de moda. Albert Lesage vio una oportunidad de expansión y la aprovechó en Estados Unidos, enviando a su hijo François, a quien puso a cargo de crear y mantener vínculos con diseñadores de vestuario de otros países como Adrian, Orry-Kelly y Edith Head. Tuvieron la oportunidad de vestir a estrellas del cine como Marlene Dietrich, Ava Gardner, Lana Turner y Olivia de Havilland.
En 1949, François debió retornar a Francia debido a la muerte de Albert, haciéndose cargo del negocio familiar. Schiaparelli extendió su apoyo a François, quien siguió haciendo creaciones con la excelencia en innovación característica de su padre, experimentando con nuevas tecnologías, simplificando estilos y dando paso al prêt-à-porter y al ready-to-wear.
François trabajó para las grandes casas de alta costura francesa y también para diseñadores americanos como Klein y De la Renta. En 1992, fundó la École Lesage, una escuela donde se imparten conocimientos en textiles y técnicas de bordado que hasta la fecha ha recibido a más de 4000 estudiantes de todas partes del mundo.
En 2002, Chanel adquirió la Maison Lesage a través de Paraffection, una compañía subsidiaria dedicada a la preservación de la artesanía y otras habilidades manuales. Aún continúan operando y colaborando con una mezcla de tradición y artesanía, manteniéndose como referente clave en el mundo del diseño, la moda y el lujo.